lunes, 7 de julio de 2008

Teresa y el Oso (4)



De pronto, los gansos, viendo llegar al pajarillo y a la mariposa, bramaron: “Ustedes dos, ¿qué hacían la noche en que el duque fue hechizado?”. “Nada, nada”. “¡Confiesen!”.“Y bien, sí, pero nos vamos a casar”.

Un fracaso más. Otra triste desazón invadió a la princesa.

Teresa alzó sus bellos ojos, como implorando ayuda a los que la rodeaban. Hasta que su mirada se cruzó con la del jabalí Alí. “¡Miren!, ¡Sí, sí, no hay duda!”, dijo la princesa, “¡el jabalí tiene la misma mirada que el duque!”. El jabalí, con sombría voz, declaró: “Es que yo no soy un jabalí”. “¡Oh!”. “¡Yo soy... ¡”. “¡Él es... !”. “Un duque hechizado”. “¡El duque Sigfrido!”. “No, el duque de Mantua”. “¿Y que haces aquí?”, preguntó sorprendida la princesa. “¡Me echaron de Rigoletto!”.

La última posibilidad había fracasado. Otra triste desazón más invadió a la princesa.

De pronto, de la espesura surgió el oso Libidinoso y exclamó: “¡Aguarden! ¡Al ver a Teresa recuperé la memoria! ¡Ahora entiendo la causa de mi vergonzoso desenfreno! ¡He sido víctima de un hechizo cruel! ¡Gracias, amor mío, por venir a salvarme! ¡Yo soy el duque Sigfrido!”.

Dicho esto, el oso arrancó una margarita, y viendo la alegría en el rostro de la princesa Teresa, se dirigió a su encuentro triunfalmente. El oso le ofreció la margarita a la princesa, pero en ese momento…


"Teresa y el Oso". Les Luthiers. (Continuará)

Capítulos anteriores:
Un Cuento Feliz (1)
Un cuento feliz (2)
Un cuento feliz (3)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Contigo da gusto, tengo la nana del pequeño (Summertime) y los cuentos de la nena... no me falte ¿eh? Luc, no me faltes que me pierdo.

Un besazo

Luc, Tupp and Cool dijo...

:) Me alegro de que te haya gustado, Ricardo.

Muchos besos para tí y para los cacereñitos chiquininos de tu arrecife.

:)