viernes, 8 de febrero de 2008

8 de febrero

<


Hoy es fecha para transcribir unos versos. Los encontré anteayer, por casualidad, en los estantes de una librería. Nunca los había leído, nadie me los había recitado. Pero los reconocí, como se reconoce lo que se intuye, aunque no se nombre. Son como el eco de un cuento muy, muy lejano, que hablaba de una estrella rutilante y solitaria. Se lo contaron, hace ya mucho tiempo, a una niña desterrada. "La estrella -le dijeron-te acompañará siempre. La verás, en las noches despejadas, y sabrás que es la tuya. Ella también sabrá que eres tú la que estás aquí, y te amará siempre".

El poema es de Isabel París Bouza:

Como en los cuentos de hadas
Los muertos permanecen
Sólo dormidos,
esperando un beso,
Un desencantamiento o un milagro,

Así el niño
ignorante de mis sueños,
Prisionero de mágicas creencias,
Espera tu
retorno.

A través de los años, sin embargo,
A través de la noche
sucesiva,
Terca se va agrandando la sospecha
De que era para siempre.




(El poemario se llama "La puerta dulce", de la colección "Mar Adentro". Amarú Ediciones. La imagen es de jggweb.com)