
Cuando los ríos son de color rosa al sol poniente,
y un tibio escalofrío recorre los campos de trigo,
el consejo de ser feliz parece salir de las cosas
y subir hasta el corazón turbado.
Un consejo de gustar del encanto de estar en el mundo,
mientras que se es joven y la tarde es bella,
porque nos iremos como se va esta onda,
ella al mar, nosotros a la tumba.
Dejarse flotar en las sensaciones de lo que te rodea, respirando acompasadamente hasta perderte tras la luz rojiza que vislumbras a través de los párpados cerrados, sintiendo los olores de las cosas, sus sonidos, la tibieza del aire que roza las mejillas, quiza la de un cuerpo tendido junto al tuyo. Eso me recuerda el cuadro de Leighton.
La música se parece a otra, sin notas, que me nace a veces, no siempre, cuando algo muy intenso me invade los sentidos, el tacto, el olor, el color, el calor, la luz o el sonido de un paisaje, de una obra, de un cuerpo. El pequeño reducto, el latido cuando la mente se abandona y se deja ir, disfrutando del momento.
El cuadro se titula “Sol ardiente de junio”, de Frederick Leighton. La canción se llama “Beau soir”, de Claude Debussy, con letra de Paul Bourget. La voz es la de Elly Ameling.
La asociación de esta pintura con esta música la hizo Fernando Palacios, en su programa radiofónico “Musica sobre la Marcha”, que sigo cada vez que puedo. Un cuadro, un poema, una melodía, una voz...
“Música sobre la Marcha”. 15:00 horas. Radio 1 y Radio Clásica de Radio Nacional. Para los que no podáis seguirlo en directo, encontraréis podcast aquí: http://www.rtve.es/podcast/SMUSOBM.xml.